Gritos de Odio: el crimen de Samuel Luiz

Podium

Los primeros días que abrían los bares tras la pandemia del COVID19, una noche de fiesta, Samuel se cruzó con un grupo de personas que, aprovechando un supuesto malentendido, la emprendió a golpes contra él al grito de ‘maricón’. El joven murió de la paliza, y el caso puso de manifiesto el odio homófobo que todavía era capaz de matar. Un crimen que conmocionó a todo el país y que evidenció que la lucha por los derechos LGTBIQ+ y contra los discursos de odio, es todavía hoy necesaria.  

Más episodios

Rosario Endrinal: la crueldad de la aporofobia

Las imágenes de dos jóvenes agrediendo y quemando viva a una mujer sin hogar que dormía en un cajero automático en Barcelona causaron un gran impacto social. Rosario había tenido una vida aparentemente normal, hasta que una serie de circunstancias la hicieron acabar en la calle. Este crimen visibilizó el fenómeno del sinhogarismo, la violencia invisible que sufrían las personas sin techo, y el problema estructural de fondo. En este episodio contamos la historia de Rosario y lo que significó este trágico y cruel asesinato.  

Pavlos Fysass y el fin de Amanecer Dorado

En 2013, un rapero griego era asesinado de una puñalada en el corazón por un grupo neonazi. Varios miembros del partido Amanecer Dorado llevaban tiempo protagonizando numerosos episodios violentos contra personas migrantes y oponentes políticos. La sociedad griega se organizó y empezó a combatir a los neonazis en cada rincón del país. La implicación de varios miembros del partido en este crimen llevó a su cúpula a prisión, acusados de formar parte de una banda criminal.  Esta es la historia de cómo se los derrotó, tanto en los tribunales como en las calles.  

Aitor Zabaleta: Matar a un vasco

La violencia de los ultras neonazis en el futbol español llegó a su cima en 1998, cuando un grupo de aficionados de la Real Sociedad fue víctima de una cacería que acabó con el asesinato de uno de ellos. El crimen de Aitor Zabaleta y La lucha de su familia y de su entorno porque se hiciese justicia se convirtió en un símbolo. Puso sobre la mesa el problema de los neonazis que campaban a sus anchas en los estadios españoles, y la complacencia de algunos clubs con estos grupos.