Un matrimonio de disparates

Podium

Normalmente, cuando las mujeres cuentan cómo fue el día de su boda, tienen lindos recuerdos… yo no. Y no por culpa del novio, sino porque parecía un programa de humor, donde planean que todo le salga mal al protagonista…

Una amiga del colegio siempre decía: “lo que empieza bien, termina mal, y lo que empieza mal, termina peor.” Si esa frase fuera aplicada a mi matrimonio, con la boda tan accidentada que tuvimos, no estaríamos hoy juntos.

Pero en el camino de la relación, descubrí que podemos usar las adversidades como combustible para salir adelante.

Acompáñame y te cuento, cuáles eran y son esas adversidades en mi relación, mientras tú vas reflexionando en las adversidades que tienes con tu pareja.

Gracias por estar aquí en 'Hablemos de ser esposas'.

Más episodios

No es mi culpa

Hemos hablado de manejar nuestras emociones y de ser conscientes de lo que sentimos. Estamos aprendiendo a no descargar en el otro lo que siento, porque no soluciona nada. Debemos hacernos cargo de nuestras emociones…Pero, ¿qué pasa con las emociones de mi pareja? ¿Me estoy haciendo cargo de ellas también?Invité a mi amiga Carolina Arango, con quien ya hemos compartido en otros episodios, para que hablemos de esto… ¿Será mi responsabilidad las emociones del otro?Y recuerda: no te aguantes, ni te divorcies… ¡Hay otro camino!

Todos somos igual de importantes

Para nadie es un secreto que la mujer siempre ha sido el personaje menos valorado en el hogar. Históricamente el hombre era la persona a la que más se cuidaba en casa. Y ahora parece que eso esta cambiando… pero creo que se está desviando nuestra atención a los hijos y el bebé… ¿y para cuándo la mujer? Pero entonces… ¿debemos ser nosotras más importantes? Creo que es tiempo de dejar de vivir creyendo que en casa hay alguien más importante, y debemos aprender a hacer equipo. Debemos aprender a que todos somos goleadores en diferentes partidos, y la familia debe ser el equipo… ¿Cómo es esto? Acompáñame en este episodio y te explico…Y recuerda: no te aguantes, ni te divorcies… ¡hay otro camino!

Repite después de mi: “Yo me comprometo”

Cuantas veces esperamos cambios en nosotras, pero no hacemos un gran esfuerzo para que sucedan… Siempre creemos que se trata de que mi pareja cambie primero. Hasta le pedimos a Dios en oración que nos cambie, como si fuéramos títeres en sus manos.En este episodio te cuento algo que nos pasó con nuestras hijas que nos hizo entender lo importante de mi compromiso a cambiar mi carácter.Muchas gracias por estar aquí en Hablemos de ser esposas.