Hasta que el ronquido nos separe

Podium

¿Qué hago si después de más de 20 años de convivencia, mi esposo, que nunca roncó, comienza de repente a roncar?

Llevo varios meses en los que no he podido dormir bien en la noche, no porque mis hijas me despierten, sino porque mi esposo me despierta con unos sonidos extraterrestres…
Normalmente te cuento de asuntos resueltos… bueno, pues aquí uno sin resolver…
¿qué puedo hacer?

Yo estoy en esta situación. ¿y tú? ¿qué está haciendo tu esposo que es molesto para ti, y lo estás tratando de ignorar? ¿Cómo lo vamos a solucionar? ¿será este el fin de la relación?
En este episodio se pone a prueba en mi vida, el lema de Hablemos de ser esposas que dice: No te aguantes, ni te divorcies… ¡hay otro camino!

Más episodios

No es mi culpa

Hemos hablado de manejar nuestras emociones y de ser conscientes de lo que sentimos. Estamos aprendiendo a no descargar en el otro lo que siento, porque no soluciona nada. Debemos hacernos cargo de nuestras emociones…Pero, ¿qué pasa con las emociones de mi pareja? ¿Me estoy haciendo cargo de ellas también?Invité a mi amiga Carolina Arango, con quien ya hemos compartido en otros episodios, para que hablemos de esto… ¿Será mi responsabilidad las emociones del otro?Y recuerda: no te aguantes, ni te divorcies… ¡Hay otro camino!

Todos somos igual de importantes

Para nadie es un secreto que la mujer siempre ha sido el personaje menos valorado en el hogar. Históricamente el hombre era la persona a la que más se cuidaba en casa. Y ahora parece que eso esta cambiando… pero creo que se está desviando nuestra atención a los hijos y el bebé… ¿y para cuándo la mujer? Pero entonces… ¿debemos ser nosotras más importantes? Creo que es tiempo de dejar de vivir creyendo que en casa hay alguien más importante, y debemos aprender a hacer equipo. Debemos aprender a que todos somos goleadores en diferentes partidos, y la familia debe ser el equipo… ¿Cómo es esto? Acompáñame en este episodio y te explico…Y recuerda: no te aguantes, ni te divorcies… ¡hay otro camino!

Repite después de mi: “Yo me comprometo”

Cuantas veces esperamos cambios en nosotras, pero no hacemos un gran esfuerzo para que sucedan… Siempre creemos que se trata de que mi pareja cambie primero. Hasta le pedimos a Dios en oración que nos cambie, como si fuéramos títeres en sus manos.En este episodio te cuento algo que nos pasó con nuestras hijas que nos hizo entender lo importante de mi compromiso a cambiar mi carácter.Muchas gracias por estar aquí en Hablemos de ser esposas.