Roy Orbison y el mayor drama de la música

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ras aquellas gafas negras de pasta y ese matojo de pelo se escondía una de las voces más fascinantes de la música y un artista con una sensibilidad especial que fue capaz de cantar desde una vulnerabilidad sorprendente para un tipo nacido en Texas en los años 30.

Pero Roy Orbison cantaba con el corazón en la mano y la verdad por delante. La triste muerte de su mujer, seguida por la doble pérdida de sus dos hijos en un incendió marcó para siempre la vida de Orbison.

Tras unos años ochenta perdido, como la mayoría de pioneros de su generación, Orbison se reencontró de la mano de Jeff Lynne, líder de la ELO, y fue parte de aquel fabuloso experimento de los Traveling Wilburys, banda que lo juntó con Bob Dylan, George Harrison, Tom Petty y el propio Lynne. De todos ellos, Orbison era el que se encontraba en un momento más complicado de su carrera y el que más fortalecido salió de aquel viaje.

Pero fue en ese periodo cuando Orbison regresó también al estudio para grabar un álbum propio después de varios años. Lo hizo con los Hearthbreakers, la banda de Petty, como escuderos y con canciones escritas para él por tipos como Elvis Costello o Bono y The Edge de U2.

'Mystery Girl' iba a ser el álbum que consagrase de Orbison como un artista vigente, actual y con futuro, pero Roy no llegó a verlo en las tiendas. Tras unos tiempos de molestias en el pecho le confesó a Johnny Cash que estaba asustado y le prometió ir al médico. Murió unos días después.

Con el tiempo aquel disco póstumo del enorme Roy Orbison se ha ido olvidando, pero volver a escucharlo sabiendo su historia es una experiencia fascinante que merece la pena y para la cual nos acompañan Fernando Neira y Lucía Taboada.

Más episodios

Antonio Vega y la perfección de una noche mágica

Esta semana dedicamos el Sofá Sonoro a recordar 'Básico', el concierto acústico del 2000 que captó a Antonio Vega en su mejor momento recorriendo las canciones de su carrera. Para este episodio nos acompañan Arancha Moreno, directora de Efe Eme, y Lucía Taboada.

Los días de oro de las chicas de Motown

Entre 1961 y 1971 Motown, el sello emblema de Detroit, consiguió colar 110 canciones en el top 10 de EEUU abriendo una nueva vía en la música y acercando los sonidos de los afroamericanos a la población blanca de EEUU, pero también saltando a Europa, donde su música fue una enorme influencia para las bandas de rock de los años sesenta y setenta. Por Motown pasaron Stevie Wonder, Michael Jackson, Marvin Gaye o The Four Tops, pero a pesar de esos nombres el sello de Motown es recordado por sus mujeres, por bandas como The Supremes, Mary Wells, Diana Ross o Martha and The Vandellas.La aventura del sello de Detroit representó una anomalía en la música. Un sello independiente que pisotéo a las multinacionales, un mercado pequeño fuera de las ciudades principales de EEUU y una empresa de dueños negros, músicos negros y productores negros que consiguieron saltar las listas de éxitos segregadas para convertirse en la banda sonora de los jóvenes de la época. En aquel país de barreras raciales nadie hizo más por derribar muros que los y las artistas y en eso tuvieron mucho que ver las chicas de la Motown, protagonistas todas ellas del programa de esta semana en el que nos acompaña Mario Tornero, director de Fruta Extraña, y Lucía Taboada. 

Cuando BB King ingresó en prisión

El 10 de septiembre de 1970 una decena de guardias escoltaron a BB King al interior de la cárcel del condado de Cook, el tercer mayor presidio de los Estados Unidos. Dentro le esperaban 2.800 presos. 125 guardias estaban repartidos entre el patio y las torres de vigilancia. Aquella tarde el bluesman grabó, sobre un escenario que antaño se usó para las ejecuciones, unos de los mejores conciertos de su carrera.BB King tenía 45 años cuando entró en la prisión de Cook. Aquella sería la primera de muchas actuaciones carcelarias del bluesman, que inició un compromiso fuerte con los afroamericanos encarcelados en EEUU, muchos en la zona de Chicago que había experimentado en las décadas anteriores un tremendo incremento de la población negra que migraba desde el sur escapando del racismo de aquellos estados. La grabación de Live in Cook County Jail fue uno de los mejores discos de la carrera de BB King que se sumaba a esa tradición de conciertos carcelarios, pero no fue el único.BB King dio decenas de conciertos en cárceles, en 1971 hizo incluso una gira por presidios y a lo largo de su carrera dio más de 70 conciertos en cárceles por todo EEUU mostrando un fuerte compromiso con la reinserción, pero aquella tarde en Cook fue el primer paso de aquel viaje y nuestro disco de esta semana que compartimos con Ricardo de Querol, Lucía Taboada y Jimena Marcos.