Juan López
10 noviembre, 2016
Lo bueno de las democracias consolidadas es que tienen estas cosas. Además del presidente aprovechan para votar iniciativas, prohibiciones y libertades que no dejan de ser importantes. En varios estados se votó la legalización de la marihuana terapéutica y en otros su uso recreativo. En otros se aprobó con meridiana mayoría la subida del salario mínimo, que en algunos casos pasó de 7 dólares a 12.
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Un cachorro, preparado para las elecciones. iStock