Algunos de los problemas que Ricardo Sagarminaga lucha por erradicar son las trampas mortales para tortugas, los productos tóxicos persistentes en delfines o las mantarrayas que se alimentan de microplásticos. Gracias a su ONG, Alnitak, Ricardo apuesta por la investigación y busca la empatía para proteger nuestro mares. Lo hace desde un barco vikingo fechado en el año 1910.
