La leche materna es el alimento más completo que puede recibir un bebé, ya que posee todos los nutrientes necesarios para su desarrollo y crecimiento. Por si fuera poco, también contiene inmunoglobulinas o anticuerpos, que contribuyen a construir y reforzar su sistema inmunológico. Sin embargo, algunos bebés, con frecuencia los prematuros, no pueden tomar la leche de sus madres, bien porque los pequeños no pueden mamar o bien porque sus madres no han conseguido generar leche. Afortunadamente, para ellos existen los bancos de leche.
El primer banco de leche fue creado en 1900, en Viena, y muy pronto demostró su utilidad. Su éxito fue tal que, en unos años, empezaron a crearse nuevos bancos en diferentes puntos del planeta.
