En la Comunitat Valenciana los críticos aluden a que esa medida perjudicaría a las PYMES, que
las pequeñas y medianas empresas no se lo pueden permitir. Calero discrepa.
Tiene claro que cada empresa es un mundo y que habrá que negociar pero para para
eso hace falta un marco general. Y no buscan cerrar empresas, sin ellas no
habría trabajadores que defender.