En Las Palmas de Gran Canaria, los bomberos han dicho basta. Denuncian que trabajan con camiones de más de dos décadas, instalaciones deterioradas, protocolos obsoletos y una plantilla envejecida que pone en riesgo tanto su seguridad como la de la ciudadanía. Tras años reclamando sin respuesta, han iniciado un conflicto colectivo para exigir soluciones reales.