En nuestras manos está, ha dicho Valladares, convertir o no en catástrofe un fenómeno meteorológico extremo. Lo difícil es querer hacerlo. Y bastaría con escuchar a la ciencia. En ese sentido lamenta Valladares que a día de hoy en los principales países la ciencia solo esté presente en menos del 20% de decisiones sobre cuestiones complejas. Hace pocos años ese porcentaje superaba el 50%.