Sapo decide acompañar a su amigo Rata en un viaje al ancho mundo. Muy emocionado, Sapo se lanza a la aventura de lo desconocido… pero resulta que el ancho mundo se encuentra un poco más lejos de lo que Sapo podía imaginar. En esta nueva aventura, Sapo descubre que no existe ningún lugar en el mundo mejor que estar en casa.
Una mañana, Sapo despierta sintiendo que algo andaba mal: el invierno ha llegado. Muerto de frío y un tanto deprimido, se lamenta de ser un sapo pelado. Por fortuna, sus amigos vienen a su rescate y le enseñan que el invierno es llevadero cuando se cuenta con buena compañía.
Hace muchos años, en un país lejano, vivía un señor al que no le gustaba la noche porque era muy oscura. Un día, al atardecer, el señor subió a la montaña más alta y desde allí increpó a la noche. De pronto, tuvo una idea de cómo llenar la noche mágicamente de luces.
Hoy Sapo se ha levantado muy emocionado: Liebre ha dicho que va a ser un día muy especial. Pero Sapo no tiene ni idea de por qué será especial, así que decide preguntarle a sus amigos. Cochinito opina que es especial porque es el día de lavar la ropa, mientras para Rata todos los días son especiales. Sin embargo, no era exactamente a eso a lo que se refería Liebre…
En la Selva de la Lluvia no hay manera de dormir. ¡BUUA, BUUUAAA!, llora un chiquitín dentro de una caja. ¿Por qué lloras?, preguntan uno a uno los animales de la selva, tratando de calmarlo. ¿Tendrá frío, sed o hambre?
Es la historia de un zorrino que va invitando a cada amigo a su fiesta de cumpleaños. ¿Quién querrá acompañarlo?
Cualquier fantasma que se precie de tal solo ronda por casas abandonadas, pero ¡qué aburrido es no tener a nadie a quien asustar!
La mayoría de los días, a esta niña le encanta ir a la escuela y jugar con sus amigos. Pero a veces el patio de la escuela puede parecer un campo de batalla en el que tiene que esquivar las malas palabras de sus compañeros. Por suerte, siempre tiene a su lado a su inquebrantable tigre, aunque sea la única que puede verlo.
Pascualina, un pequeño murciélago, acompaña a su mamá al supermercado y, claro, allí encuentra de todo: chupachups de babosa, chips de grillo, caramelos de corteza… ¡Lo más de lo más! Pascualina babea de las ganas, tanto que se vuelve viscosa como una babosa, ¡el alimento perfecto para un herrerillo! Viviendo esta aventura, Pascualina descubrirá que lo más de lo más… es relativo.
En una carilla y media teníamos que rendir cuenta de algún sueño, un deseo o una secreta ambición. La mayoría del curso respondió por compromiso. Pero yo tenía claro mi deseo más profundo. Lo que yo quiero es pescar un siluro en Magadán.