Siempre se ha visto el Egipto grecorromano como el último y decadente capítulo de la historia de los faraones. Todo lo contrario. El Egipto que dejó Alejandro Magno y que luego tomó Cleopatra fue uno de los más importantes de su historia en todos los aspectos:económico, social, cultural, religioso, etc. La dinastía de los ptolomeos es la más larga y la más boyante de la historia de los faraones. Aquí hacemos justicia y recuperamos su legado.
El mundo antiguo cuenta con siete maravillas, monumentos dignos de ser vistos, realmente. Los autores clásicos eligieron en la época del imperio de Alejandro Magno, esas obras que había que ver antes de morir y Egipto contaba con dos de ellas: las pirámides de Menfis y el Faro de Alejandría que acabó entrando en la lista a última hora, casi en el siglo II d.C. En este nuevo episodio, el último de la Cuarta Temporada de Dentro de la pirámide, hablamos de su impacto en la Historia y la arqueología.
Heka era el nombre con el que los antiguos egipcios llamaban a la magia. Heka también era el nombre de un dios, pero hubo otros como Thot, Ptah o la propia Isis, apodada, Grande en Magia, que hicieron gala de esta poderosa arma empleada por seres humanos y dioses. El legado de la magia egipcia ha llegado hasta nuestros días diluyéndose en nuestra vida cotidiana.
Las momias egipcias han conseguido evadir la acción del paso del tiempo. ¿Por qué nos siguen fascinando? Los últimos hallazgos en la meseta de Sakkara en donde se han descubierto varios centro de momificación, nos pueden dar pistas sobre el significado que tenía esta tradición para los antiguos egipcios
Existen diferentes evidencias arqueológicas descubiertas en el continente americano que parecen señalar en la misma dirección: ¿pisaron los antiguos egipcios el continente americano en algún momento de la Antigüedad?
No son muchos los que conocen que la reina de la novela de misterio, Agatha Christie fue una avezada arqueóloga. Trabajó en Irak y Egipto junto a su marido, Max Mallowan, uno de los grandes arqueólogos de la primera mitad del siglo XX. Precisamente con él descubrió la magia de los grandes hallazgos en Egipto, la maldición de Tutankhamón, fue amiga incondicional de Howard Carter y con todo ello fue capaz de escribir algunos de los relatos más memorables ambientados en el Egipto de los faraones.
Egipto es la cuna de la civilización. A lo largo de más de 3.000 años de historia se produjeron en el Valle del Nilo millones de obras de arte y monumentos cuyo destino, la historia, las guerras y los propios egipcios han hecho que tengan uno u otro fin. Hoy vemos muchas de esas piezas en museos fuera de Egipto. ¿Por qué salieron? ¿Están justificadas las acusaciones de saqueo a las grandes potencias europeas que se llevaron en el siglo XIX muchas de esas piezas?
La creencia de que la cultura egipcia es de origen extraterrestre se ha convertido casi en una nueva religión. Da igual los argumentos que presentes que siempre habrá negacionistas que pongan en duda cualquier explicación. Sin embargo, no hay que dar la espalda a una realidad que nadie puede negar. El origen de la cultura faraónica en pensamiento y en el sentido de algunos objetos físicos sí es extraterrestre. La daga de Tutankhamón o el escarabajo de sílice de uno de sus pectorales son objetos, literalmente, extraterrestres que ellos entendieron como regalos de los dioses.
El 5 de abril de 1923 falleció Lord Carnarvon, mecenas del descubrimiento de la tumba de Tutankhamón, en el hotel Continental Savoy de El Cairo. Con su muerte se iniciaba la historia de la maldición de los faraones. Lord Carnarvon y Howard Carter compartían más pasiones además de la egiptología. Los dos habían participado en sesiones espíritas en el castillo de Highclere o en Luxor. Una historia muy desconocida que echó más gasolina a la leyenda de la maldición. Este nuevo episodio completa la información que ya tratamos en la primera temporada de Dentro de la pirámide con el podcast La maldición de los faraones.
El 2 de marzo se hizo público el descubrimiento de una nueva cámara en el interior de la pirámide de Keops en la meseta de Gizeh. El equipo de Scan Pyramids confirmó lo que ya se había teorizado en los años 1980: junto a la entrada de la pirámide, en la cara norte, hay un pasillo. Este sensacional hallazgo no solamente demuestra la validez de los sistemas de teledetección empleados por la técnica de muones sino que abre la posibilidad a nuevos hallazgos sorprendentes.