Siempre sale bien grabar un viernes. Sobre todo, este viernes después de las semifinales del In-Season. Por lo que sea. Bueno, por Los Ángeles Lakers. Por lo rematadamente increíble que es ver a este LeBron James. Habiendo ganado todo lo que se puede ganar y batido todo récord que se puede batir, no hay nadie que demuestre como él lo que significa la grandeza, la competitividad, el sentido de este deporte, de la NBA y ahora del In-Season. Y todo esto tiene su contrapunto: quedan en muy mal lugar los Pelicans, el posible rol de estrella de Zion y la inestable confianza en Ingram. Indiana Pacers se tomó totalmente en serio el In-Season desde el primer día y lo está demostrando con creces: fuera Boston y fuera Milwaukee, que se queda con mucha gente señalada (Lillard más que nadie) y con los problemas al descubierto dentro y fuera de la pista. La final va a ser la historia perfecta: el jugador grandioso y la franquicia histórica jugará contra el joven mágico liderando un equipo prometedor. Es indudable que el formato a partido único es un éxito en el deporte y bien la NBA por integrarlo. Y cada vez cuesta menos pensar que Tyrese Haliburton y LeBron James deben estar en la carrera por los máximos logros de la temporada. El cierre de esta primera edición de la Copa NBA vuelve a enfrentar a Indiana, sin títulos en la NBA, contra el equipo que le ganó la única final que han jugado. Los Pacers del siglo pasado se chocaron con Jordan y los de este siglo con LeBron. Y es difícil que se le escape esto, aunque Indiana tenga todas las opciones.
Así sí, NBA. Éxito tras éxito con el In-Season. Haliburton se presenta en sociedad por todo lo alto y se descubre como estrella para el gran público. Indiana Pacers ya no es solo un equipo divertido, pero el salto definitivo vendrá si Haliburton da el paso a superestrella. Boston Celtics intentó demostrar su nivel de playoffs, pero Carlisle dominó a Mazzulla y se descubrieron las carencias en el primer partido importante de la temporada. Sin Porzingis vuelven a recordarnos al equipo de los últimos años. Los Pelicans legitiman todo su proyecto (Zion suma inteligencia y constancia, Ingram aparece y Alvarado da el plus defensivo) ganando a Sacramento, que no salen tan más parados pero sí saltan las alarmas ante rivales directos. Que tengan cuidado Durant y Booker con Machimura. Hay opciones para Phoenix y Lakers, y ya es mucho decir. Cómo nos gusta que todo se juegue a un partido y abra todo tipo de oportunidades y situaciones nuevas para la liga. Apetece que los Knicks pasen de ronda, pero Milwaukee tiene mucho que perder.
El chundachunda de Darvin Ham y D’Angelo Russell manda más al precipicio a Detroit Pistons. A este paso no sobrevive ni Cade Cunningham. Los Clippers progresan y empiezan a parecer un equipo mientras los Warriors se desesperan y empiezan a olvidarse de lo que les hizo ser los Warriors. En Toronto, los Raptors viven en el día de la marmota. Ya es momento de cuestionarse el funcionamiento y el protagonismo que tienen las apuestas en la NBA. Hay que estar pendientes al cambio de estrategia de Dallas Mavericks con los Adelson como propietarios.
El fin de semana deja estragos. Cuentan las horas en Cleveland para que salga Donovan Mitchell y le puedan dar todos los galones a Darius Garland. Ya no sorprende ser un anotador compulsivo si no eres determinante en más facetas del juego, como sí ha conseguido Devin Booker. La expectativa con Evan Mobley empieza a caer y las aspiraciones con él chocan con el nivel actual de Jaren Jackson. En Memphis escenificaron demasiado la no continuidad de Dillon Brooks y quizá el problema no estaba solo ahí. Es muy difícil que Detroit siga haciéndolo tan mal, y desde luego que la apuesta por Monty Williams no parece la más idónea. Nunca diremos que estamos a favor de ciertas lesiones. Ya no sorprende tanto que Orlando pueda superar a Boston. Aunque sumen victorias, en Milwaukee están muy lejos de ser un candidato temible, y tampoco ayuda la imagen como compañero que está dando Antetokounmpo. Muy bien todo lo que Wembanyama es capaz de hacer, pero que se implique más en la cocina tradicional y menos en cocina de autor.
Nos sobran los motivos para dar las gracias. Vuelve a aparecer Austin Reaves, Irving sabe cerrar partidos y LeBron va con todo para ganar el In-Season Tournament. Ya no pilla por sorpresa lo buenos que son Franz Wagner y Banchero, más todo lo que acompañan sus compañeros para hacer de Orlando un equipo serio en el Este. Perder a un jugador como Jamal Murray es doloroso, pero quizá Denver lo está llevando peor de lo debería. Lo del árbitro Scott Foster es injustificable aunque Chris Paul suele ganar puntos en estas polémicas. Todavía quedan cosas en la NBA que nunca habían pasado antes, como lo de Popovich, y por algo será.
Lunes de poca luz y menos color, sobre todo en Detroit, pero también en Charlotte y San Antonio. Quizá ya es momento para analizar que el inicio de temporada de Wembanyama no le convierte en un jugador tan generacional. Influye que San Antonio no esté dando con su sitio ideal o que el francés cumpla bien en todas las facetas del juego pero no sea élite en ninguna. En Oklahoma no contaban con estar tan arriba tan pronto, pero la integración perfecta de Chet Holmgren les obliga a moverse para convertirse en un proyecto candidato desde ya. Dallas Mavericks está mucho mejor, pero contra rivales como Milwaukee se ven claras las carencias en defensa, aunque haya mejora con Lively y Grant Williams. Puede ser la temporada del cambio de ciclo definitivo en el Oeste a favor de Minnesota, Sacramento y Oklahoma.
La NBA debería revisar el criterio de las sanciones y ser muy crítico de una vez por todas. No hay un equilibrio entre la técnica a Antetokounmpo por un mate y los cinco partidos a Draymond Green por estrangular a Rudy Gobert. Se suma que vuelve Miles Bridges. Ya son demasiados casos (Green, Bridges, Primo, Ja Morant, etc) y oportunidades perdidas para que Adam Silver demuestre que la NBA es una organización y una competición ejemplar. Faltan muchas explicaciones y más rotundidad de todas las partes en ejemplos tan sensibles. Seguimos de miserias entre el pánico de Philadelphia cuando se enfrenta a Al Horford, el cambio que espera Chicago por sus estrellas devaluadas y el eterno intento por ver al mid-three de Phoenix jugar a la vez. También se habla algo de Lakers y Pistons, pero nada, así por encima.
Queríais a Golden State Warriors y este es el momento para hablar de ellos. Sigue extraordinario Stephen Curry pero no el equipo, muy alejado de su nivel defensivo y su eficiencia en las transiciones. Sin ritmo y sin tiro, pero aun así no se echa de menos a Jordan Poole. Falta más de Klay y Wiggins aunque Chris Paul sí cumpla con su rol. Se empieza a consolidar el cambio de ciclo en el Oeste con Dallas, Minnesota y puede que Houston. Ahí no entra por ahora Phoenix Suns, que siempre tiene una estrella en pista con Durant y Beal, todavía sin Booker, pero no les da para cerrar partidos. ¿Empieza el declive de KD? ¿Quién lidera, o debería hacerlo, en Pelicans: Zion o Ingram? Ojo con confiar en los Killian Hayes de la vida. Houston y Udoka se toman en serio la temporada y se ganan el respeto tanto en ataque como en defensa, contando y mucho con Dillon Brooks y con el equilibrio entre jóvenes como Sengun y profesionales como VanVleet. Parece que no se equivocaron cerrando la puerta a James Harden. Fuerte abrazo y mucho ánimo a Tyronn Lue.
Grabar los viernes nos lleva a hablar de proyectos de estrellas como Ben McLemore o Nikola Topic. Parece buena la idea de dividir el Draft en dos días. El aviso de Adam Silver para mejorar las retransmisiones de los partidos nos deja bien claro que es un gran oyente de este podcast. El inicio de temporada de Los Angeles Lakers es claramente distinto a cómo acabaron la anterior. Se suma la vuelta de las lesiones a la falta de cualquier tipo de sistema en ataque y defensa, y siempre contando con la sobreexplotación de LeBron James. Cuesta motivarse para ver a estos Clippers, pero el reencuentro de Harden con Kyrie en el In-Season no suena mal. Promete el inicio de Dallas Mavericks, aunque hayan empezado con el calendario a su favor. Dereck Lively y Grant Williams aportan seguridad y dejan una mejor rotación en el banquillo. En Philadelphia necesitan aprovechar el mercado para poner el broche a esta plantilla en la que Embiid aparece más como generador. Da gusto ver lo que está formando Indiana Pacers alrededor de Tyrese Haliburton, mano a mano con Mathurin a su lado y con Buddy Hield encontrando su sitio como sexto hombre. OKC echa en falta la mejor versión de Josh Giddey, pero sí cuenta con la de Shai, Holmgren y Dort. Sacramento se desequilibra en cuanto cae alguien, sobre todo si es De’Aaron Fox. Salta la sorpresa en Detroit con la continua mejora de Killian Hayes en detrimento de Jaden Ivey.
Nos viene genial que no haya NBA para volver a grabar. A ver cómo sale el invento, pero llamarlo In-Season Tournament quizá no es lo ideal. Por ahora cumple de maravilla en lo deportivo, así que todos a una y a seguir la rima. Hacemos nuestro el concepto mid-three. Te sorprenderá la relación entre James Harden y el cuento de una oruga. Se mantiene la teoría de que los Clippers es el equipo de Kawhi Leonard. No es tan difícil entenderse para jugar al baloncesto sin mandar los pases a la grada. Boston Celtics da algún motivo para tenerles menos miedo, pero solo alguno. Minnesota empieza a consolidarse como sorpresa, aunque necesitan aprovechar el mercado de Karl-Anthony Towns.
Pepe Rodríguez, Toni Vidal de Planeta NBA y Juanma Rubio analizan y comentan la actualidad más y menos relevante de la NBA con su característica mirada crítica. Cada lunes y jueves, nuevo episodio de este podcast original de AS Audio.
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