Podium
En su carrera por convertirse en un contrabandista de peso, Harold Vilches comienza a enviar oro a Miami. Lleva las barras en vuelos comerciales, en su maleta de mano. En Estados Unidos crea una sociedad para facilitar las transacciones y abre una cuenta en un importante banco. Su deseo insaciable por el oro lo lleva a tomar una decisión que traerá consecuencias.
Harold Vilches enfrenta a la justicia chilena. Lo acusan de contrabando y lavado de activos. Él insiste en que es un empresario y no un delincuente. Desde Estados Unidos siguen con atención el desarrollo del juicio. Vilches será una pieza clave en la investigación que lleva el FBI en contra de la refinería NTR y la red internacional de contrabandistas.
La fiscalía comienza a escuchar las llamadas entre Harold Vilches y el resto de la banda. Por primera vez, logran establecer la ruta del contrabando. Acumulan pruebas para una eventual detención: audios de conversaciones telefónicas, fotografías de seguimientos policiales y cientos de documentos. El imperio del Rey del oro empieza a desmoronarse.
Harold Vilches viaja a Tanzania en busca de su negocio más ambicioso: conseguir una tonelada de oro. En Chile, la aduana y la fiscalía siguen con sigilo cada uno de sus movimientos. Contrabandear oro se vuelve cada vez más difícil.