El divorcio y los retos con el cuerpo

Caracol Podcast

En este episodio de Yo debería ser flaca, converso con mi querida amiga Daniela Kammoun sobre los cambios que pueden aparecer en la relación con el cuerpo después de un divorcio. Compartimos nuestras propias vivencias y cómo una separación puede abrir la puerta a una nueva conversación: ¿cómo nos relacionamos con nuestro cuerpo en esta etapa que comienza?


Hablamos, desde la honestidad y la vulnerabilidad, de temas que pocas veces se dicen en voz alta: resignificar el deseo, reconstruir la confianza corporal, atravesar el miedo a mostrarnos y descubrir las posibilidades y aprendizajes que también trae este momento.


Es una invitación a mirar el cuerpo —y nuestra historia con él— desde un lugar más compasivo, más real y más libre.

Más episodios

Ir más despacio para ser más feliz

En este episodio del podcast Yo debería ser flaca hablo sobre la felicidad: qué es, de qué está compuesta y qué no es. Me apoyo en el trabajo de la psicóloga Laurie Santos, quien se dedica a investigar y proponer abordajes concretos y aplicables para cultivar la felicidad.Con frecuencia, la felicidad se entiende como una fantasía inalcanzable, un estado permanente de emociones positivas al que solo unos pocos logran acceder. Pero eso no es la felicidad. No es una realidad posible para el ser humano. El paquete de la experiencia humana siempre incluye dificultad y retos; y eso no constituye un obstáculo para la felicidad.Además, este episodio gira en torno a una idea central: la importancia de ralentizar. Ir más despacio, entrenar el músculo de la atención y aprender a habitar el momento presente son habilidades que se entrelazan con nuestra capacidad de cultivar felicidad.

Permiso para enfermar

En este episodio del podcast Yo debería ser flaca comparto cómo he aplicado el concepto del permiso incondicional a los quebrantos de salud que he tenido en las últimas semanas.Cuando escribí mi libro, lo hice enfocándome en cómo este permiso nos ayuda a sanar la relación con la comida, el cuerpo y la ansiedad. Con el tiempo he comprendido que darnos el permiso de recibir nuestra experiencia humana no se limita a esos ámbitos: es un recurso que podemos llevar a todas las circunstancias de la vida.En cada momento de vulnerabilidad, cuando nos sentimos abrumadas o caminando sobre terreno incierto, podemos apoyarnos en la fuerza inmensa de permitirnos sentir lo que sentimos, sin pelear con ello. Y es justo allí, en ese acto de rendirnos con compasión, donde paradójicamente descubrimos resiliencia y claridad para tomar decisiones más asertivas.

Por qué el permiso incondicional te cambia

n este episodio de Yo debería ser flaca te comparto en detalle por qué mi libro se llama Permiso incondicional. ¿Por qué hablar de “permisos”? ¿Y por qué de “incondicional”?En sus páginas exploro tres permisos esenciales: el permiso para comer, para sentir y para habitar tu cuerpo tal como es. He descubierto que concedernos estos permisos es profundamente liberador: nos abre la puerta a vivir nuestra experiencia humana como algo legítimo, sin juicio ni condiciones. El permiso es, en realidad, el camino para poner fin a la lucha interna.Darnos permisos nos acerca a la verdad de quienes somos: seres complejos, vulnerables, llenos de paradojas. Y es precisamente en esas cualidades donde reside nuestro inmenso valor y la profundidad que merecemos habitar plenamente.