Por qué el permiso incondicional te cambia

Caracol Podcast

n este episodio de Yo debería ser flaca te comparto en detalle por qué mi libro se llama Permiso incondicional. ¿Por qué hablar de “permisos”? ¿Y por qué de “incondicional”?


En sus páginas exploro tres permisos esenciales: el permiso para comer, para sentir y para habitar tu cuerpo tal como es. He descubierto que concedernos estos permisos es profundamente liberador: nos abre la puerta a vivir nuestra experiencia humana como algo legítimo, sin juicio ni condiciones. El permiso es, en realidad, el camino para poner fin a la lucha interna.


Darnos permisos nos acerca a la verdad de quienes somos: seres complejos, vulnerables, llenos de paradojas. Y es precisamente en esas cualidades donde reside nuestro inmenso valor y la profundidad que merecemos habitar plenamente.

Más episodios

Permiso para enfermar

En este episodio del podcast Yo debería ser flaca comparto cómo he aplicado el concepto del permiso incondicional a los quebrantos de salud que he tenido en las últimas semanas.Cuando escribí mi libro, lo hice enfocándome en cómo este permiso nos ayuda a sanar la relación con la comida, el cuerpo y la ansiedad. Con el tiempo he comprendido que darnos el permiso de recibir nuestra experiencia humana no se limita a esos ámbitos: es un recurso que podemos llevar a todas las circunstancias de la vida.En cada momento de vulnerabilidad, cuando nos sentimos abrumadas o caminando sobre terreno incierto, podemos apoyarnos en la fuerza inmensa de permitirnos sentir lo que sentimos, sin pelear con ello. Y es justo allí, en ese acto de rendirnos con compasión, donde paradójicamente descubrimos resiliencia y claridad para tomar decisiones más asertivas.

Mi segundo libro: Permiso Incondicional

En este episodio de Yo debería ser flaca quiero compartir algo muy especial contigo: el lanzamiento oficial de mi segundo libro, Permiso Incondicional: una guía para comer sin culpa, habitar tu cuerpo y transformar la ansiedad en confianza.Este libro, publicado por Penguin Random House, nace de mi deseo profundo de acompañarte a dejar de pelear contigo misma. Es una invitación a soltar la culpa, a habitar tu cuerpo con ternura y a transformar la ansiedad en un espacio de confianza.Mientras lo escribía, pensaba en todas las veces que yo misma me sentí atrapada en la exigencia y en la lucha, y en lo liberador que fue descubrir que podía darme un permiso radical: el de ser humana, con todo lo que eso implica. Este libro te invita a que te brindes este permiso y veas por ti misma las maravillosas posibilidades que se despliegan.

Una pregunta que me libera

En este episodio del podcast Yo debería ser flaca me inspiro en una conversación que escuché recientemente con la psicóloga Laurie Santos, sobre qué determina realmente nuestra felicidad.Santos es profesora de un curso muy popular sobre bienestar en la Universidad de Yale, y ha investigado durante años qué factores impactan nuestro nivel de satisfacción con la vida. Lo más sorprendente es que no es lo que solemos pensar: no se trata tanto de nuestras circunstancias externas, sino de nuestra mentalidad y nuestras acciones cotidianas.Estoy ahora de regreso —por un mes— en la casa en la que viví casi cinco años. He vuelto con mi hijo para pasar las vacaciones, y al recorrer estos espacios tan conocidos, contemplo lo abruptamente que ha cambiado mi vida. En este contraste tan marcado, resuena con fuerza lo que plantea Laurie Santos: lo que más influye en nuestro bienestar no es lo que nos pasa, sino cómo nos relacionamos con lo que nos pasa. La vida cambia —y siempre va a cambiar—, pero lo más determinante es quiénes somos frente a esas transiciones, especialmente cuando nos duelen.