El futuro de la sociedad y el dinero. Criptomonedas, Bitcoin, NFTs.

Hasta ahora la historia le había reservado un papel secundario a la mujer en las tomas de decisión de nuestras civilizaciones patriarcales. Y ya vemos el resultado: guerra, expolio, explotación.   En el momento de grabarte esta cápsula del tiempo todavía estoy emocionado por los 25 proyectos que pueden salvar el mundo que he conocido en #FixingTheFuture23. El festival de soluciones, esperanza e inspiración que se celebra en el Disseny HUB Barcelona (DHUB), dirigido con la mirada femenina de un super equipo internacional de mujeres con Silvia Brandi al frente.

Hablamos con uno de las personalidades a nivel mundial que ha firmado la petición de que haya una moratoria de seis meses en el desarrollo de la inteligencia artificial generativa para que definamos las reglas de juego y los límites éticos de los ChatGPTs del mundo antes de que sea demasiado tarde. El autor de “El trabajo ya no es lo que era”, Albert Cañigueral, explorador de la tecnología y sociedad con una perspectiva crítica nos da su visión sobre el futuro del empleo. Media hora con el consultor, divulgador y ex director general de datos abiertos, transparencia y colaboración de la Generalitat de Catalunya (2021-22).

Habrá que vigilar de cerca la inteligencia artificial (IA) para que sus usos sean lo más éticos posibles y no empeoren problemas crónicos como la desigualdad, la pobreza, la guerra o el racismo. Y como además de facilitar algunos trabajos actuales y de crear otros nuevos destruirá un montón de puestos de trabajos automatizables, la mayoría de expertxs, de todas las ideologías están coincidiendo en un escenario futuro: la robotización y la inteligencia artificial hará que no haya trabajo para todos y aumentará aún más los beneficios de las tecnológicas que ya están recortando plantillas. Ante este panorama solo existe una salida deseable: la renta básica universal. Es decir, un ingreso mínimo para todo el mundo sin distinción, que garantice la subsistencia y permita dedicarnos, al fin, a todo lo que nos hace humanos.