Podium
De todas las emociones humanas, la vergüenza es la más inservible y absurda de todas. Algo así como la Pablo Motos de las emociones. En Arsénico Caviar exploramos y analizamos todas sus variantes (como la vergüenza de clase, la de género o la de identidad sexual) para llegar a una conclusión: la vergüenza es una herramienta de control que mantiene a las personas en los márgenes, precisamente, en los márgenes. ¿Para qué sirve la vergüenza? Para absolutamente nada.
Creemos que nuestras relaciones de amistad son las relaciones más profundas, honestas y duraderas que tenemos a lo largo de nuestras vidas. En la amistad, no deberían existir las obligaciones que surjen en otro tipo de relaciones, como las laborales, las sentimentales o las familiares. Pero EXISTEN. Y eso es lo que odiamos profundamente: los grupos enormes, los cafés innecesarios y las 'rupturas' entre amigos por culpa del chisme. Dicen que quien tiene un amigo tiene un tesoro, quien tiene 27 tiene un problema mental.
Llegamos al final de la tercera temporada (o no del todo, atentos a la semana que viene) con nuestro clásico episodio de cierre a favor de algo. Y hemos elegido a España, al lugar que nos vio nacer, este país que amamos pese a todo porque la comida está rica, el vino bueno es barato y ha conseguido ser rabiosamente moderno pese a ser hasta hace nada el cortijo de un dictador meapilas. Así nosotros también decimos: viva España. No, no como lo dicen esos otros. Tampoco nos pasemos.