Jorge Ignacio Palma, el último asesino en serie en España

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Jorge Ignacio Palma es el último asesino en serie conocido que ha actuado en nuestro país y también el último que ha acabado con sus huesos en la cárcel por una larga temporada. Deja tras de sí tres mujeres asesinadas, aunque se sospecha que pueden haber más, y, según la sentencia que le ha condenado a 159 años y 10 meses de prisión, lo intentó con otras seis. Hablamos con uno de los peritos firmantes del informe criminológico del caso, Juan de Dios Vargas.

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A los ciberladrones le gustan las pymes

Invertir en ciberseguridad no es cosa necesaria solo de las grandes corporaciones. Las pequeñas y medianas empresas descuidan este factor y los delincuentes lo saben. Se han convertido en uno de sus objetivos favoritos. La criminóloga Lucía Bort nos habla de la importancia que tiene que las pymes se blinden contra estos ladrones de nueva generación y que apliquen planes de Criminología corporativa para evitar también el ataque de los insiders. Salva Larroca explica las consecuencias que la bancarrota de los años 90 tuvo para la editorial Marvel y cómo recuperaron la licencia de uno de sus más míticos personajes por el hackeo a la productora Sony Pictures de 2014.

Criminalidad femenina: mejor mujer letal que femme fatale

El fenómeno de la delincuencia femenina se ha abordado históricamente bajo los mismos prejuicios de género que contaminaban cualquier otro ámbito. Así, las explicaciones de porqué matan las mujeres se llenaron de falsos clichés y errores que no han permitido estudiar las causas con el rigor preciso. Hasta mediados del siglo XX, con el abordaje de la llamada Criminología feminista, no se llegan a conclusiones acertadas sobre el incremento de la delincuencia femenina. Hablamos con la socióloga y criminóloga Victoria Pascual Cortés, autora de "Asesinas. ¿Por qué matan las mujeres?" del asunto.

Sectas hoy, la reconversión de la industria del engaño

En pleno siglo XXI, cuando impera la razón, el escepticismo, el pragmatismo y el eclecticismo en la sociedad, las sectas destructivas están más vivas que nunca.Solo han tenido que variar su código de creencias, dejar de dogmatizar sobre entidades exógenas superiores y empezar a cultivar el narcisismo imperante: cambiar de dios. Muchas se camuflan en talleres de coaching, autoayuda y superación, en retiros de bienestar, o en cursos de emprendimiento, se organizan como estructuras piramidales, dando una identidad a cada miembro de grupo, aunque el fin es igual en todas: explotar a los acólitos económica, sexual y emocionalmente. Manu Carballal nos ayuda a conocerlas.