Podium
Para las madres y los padres hoy en día, existe un gran reto: que nuestros hijos nos respeten. Venimos de un sistema de educación que creía que el respeto y el temor eran sinónimos… ¿ y no lo son? ¿cómo sé que la crianza moderna no me está haciendo ver como igual a mi hijo, y por eso este no me respeta?Aclaremos todas estas dudas con la ayuda de la experta en educación, la doctora Sandra Li. Este es nuestro último episodio de la cuarta temporada de Hablemos de ser esposas. Gracias por estar aquí.
Para nadie es un secreto que las enfermedades mentales y los trastornos están en aumento. O ¿será que ahora somos conscientes y antes no? ¿será que nosotros también teníamos de niños dificultades de aprendizaje, solo que no lo sabíamos?El temor de llevar a nuestros hijos a un psicólogo, es que nos digan que tiene una enfermedad mental y necesita medicamentos, o que el doctor llegue a la conclusión de que “toda la familia está loca” La verdad es que esos temores nos llevan a perdernos la bendición que puede ser para nuestra familia la terapia psicológica. Y la doc. Sandra Li nos va a explicar por qué no debemos tener este temor…Acompáñame en este episodio a seguir ahondando es estos temas tan actuales y desconocidos para las mujeres, mamás y esposas. Y recuerda: no te aguantes, ni te divorcies… ¡hay otro camino!
En este episodio de nuevo tendremos a mi amiga y doctora Sandra Liliana Gonzalez, experta en neuropsicología y en trabajo con niños con dificultades de aprendizaje o autismo.Vamos a hablar sobre cómo se debe habalr con los adolescentes de este tema tan incómodo que es la sexualidad. Aunque la sexualidad es natural en los seres humanos, hablarlo con nuestros hijos no es muy sencillo… tal vez porque nuestros padres no lo hablaron con nosotros y nunca estamos seguros de qué tanta información deberíamos darles…La doc. Sandra Li, nos va a contestar algunas de las preguntas que me dejaste hace un tiempo en un cajón de preguntas en Instagram. Acompáñanos en este conversación que seguro te dará herramientas y pautas para hablar con tus hijos. Y recuerda: no te aguantes, ni te divorcies… ¡hay otro camino!