SER Podcast
Menos de 48 horas son las que le quedan a Sumar y a Podemos si quieren alcanzar un acuerdo de confluencia para las elecciones generales. La sentencia del Supremo sobre las condenas de la ley del Sí es Sí complican la inclusión de Irene Montero en las listas. Además, la SER y El País, destapan los abusos de un sacerdote a una niña de 9 años y su búsqueda a lo largo de Argentina, Italia y España.
Manuel José García-Caparrós murió por un disparo de la policía armada el 4 de diciembre de 1977. Era un chaval de 18 años, un manifestante más de los miles de malagueños que salieron ese día a la calle en una manifestación pacífica por la autonomía andaluza. La policía lo mató de un tiro, aunque aún hoy no se sabe quién disparó el arma ni quién dio la orden. El Congreso inició entonces una comisión de investigación y el contenido ha permanecido secreto desde entonces. Hasta hoy. Sus hermanas accederán a esa documentación secreta donde esperan descubrir la verdad.
Mazón insistió ante el Congreso de los Diputados en que no tenía responsabilidades el día de la tragedia y volvió a señalar al Gobierno por la falta de información, algo que la jueza de la dana ha desmontado en varias ocasiones. Lo único nuevo que dijo fue que no respondió a las llamadas de su consejera de emergencia a las 19:11 y de las 19:36 fue porque puede que tuviera el móvil en la mochila. Además, la exmilitante socialista Leire Díez admite que se reunió un par de veces con Santos Cerdán, pero asegura que fue en condición de periodista. Y, en Madrid, el alcalde de Alpedrete del PP rectifica después de negar que el asesinato de una mujer a manos supuestamente de su pareja con 50 puñaladas, fuese un asesinato machista.
Como estamos en la semana que estamos, voy a recordar la mañana en la que yo, me desperté con la noticia de que Franco había muerto. Y como llevo mucho tiempo preocupado por el deterioro de la democracia y sus debilidades, me animo a recordar la muerte del Caudillo para celebrar en mi mirada todo lo que España le debe a la democracia. Lector de García, preparándome para estudiar en la universidad, miraba hace 50 años un país en el que ser homosexual era un delito. Un país en el que las mujeres no podían vivir con libertad cuando pensaban en el amor o en el trabajo. Poner en duda la democracia es algo razonable para los que son millonarios y no quieren pagar impuestos o para los que traen sus fortunas a Madrid, compran viviendas y quieren hacer negocio con ellas.