Camille Claudel, la mujer detrás de las esculturas de Auguste Rodin

Falta mucho para que se imponga un bloqueo comercial, cultural y de todo tipo total a cuanto tenga relación con el Estado de Israel. Todo cuando ocurra a partir de ahora, que será con cuenta gotas si es que ocurre algo, llegará muchos asesinados más tarde, muchos niños menos más tarde, muchas mujeres borradas de la faz de la tierra más tarde, mucho más tarde para la misma tierra.

El ministro de exteriores israelí ha respondido que las críticas de Bruselas sólo sirven para reforzar la posición de Hamás y ha rechazado, en nombre del gobierno de Netanyahu, la advertencia que ayer pronunció la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, que anunciaba que la Unión Europea va a revisar su acuerdo de asociación con Israel. Con esta denuncia sobre la mesa, el Congreso aprobó una iniciativa para vetar la compra de material militar a Israel solo con el voto en contra de PP y Vox. Además, Bruselas quiere cobrar una tasa de dos euros a todos los paquetes de compras de bajo coste que se hagan fuera de la Unión Europea.

No todo es opinable, ni toda discrepancia merece escucha. Y entonces, con quienes apoyan un estado que, en nombre de su autodefensa, mata miles de civiles, viola el derecho internacional, y bloquea cruelmente la ayuda humanitaria, ¿creen que tienen simplemente una diferencia de opinión?