Directo de Alcalá Norte, la Biblioteca con Guillermo Saccomanno y la Auditoría con Aitor Albizua

La hora y media que duró ayer la comparecencia de Pedro Sánchez para hacer su balance del año puede resumirse en una idea: él piensa seguir, pese a todo. No cree que afecten los casos de corrupción que protagonizan las personas en las que él confió y defiende que su partido ha sido contundente con las denuncias por abuso sexual. Pese a esto, ERC ha pedido una reunión con Sánchez, PNV advirtió de que o se detiene lo que llamó hemorragia de escándalos o habrá que ir a elecciones, Junts reitera que la relación está rota y Podemos habla de legislatura muerta. Cosa distinta es la posición de Sumar, que pide cambios dentro del Ejecutivo que Sánchez descarta. En el PP, Feijóo y Ayuso exhibieron sintonía contra el presidente en la cena de Navidad.

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La Navidad de la Biblia tiene poco que ver con los escaparates y los comercios santificados por la sociedad de consumo. Jesús se sintió solidario con los pobres, hasta el punto de afirmar que iba a ser muy difícil que los ricos entraran en el reino de los cielos. No hay que rendirse cuando se defienden los derechos humanos. Podrán cortarnos todas las flores, pero no podrán detener la primavera.