SER Podcast
Con Cristina Monge, Ignacio Escolar y Carlos Navarro Antolín. El inédito juicio al fiscal general del Estado deja el testimonio de tres periodistas que confirman que accedieron al contenido del correo del abogado de González Amador antes que García Ortiz. Además, la jueza de Catarroja ha citado al dueño de El Ventorro y a seis altos cargos de Mazón, que deberán declarar como testigos. Entre ellos, Juanfran Pérez Llorca, que suena para suceder al president en funciones; aunque todo dependerá de las negociaciones entre PP y Vox. También analizamos la publicación de las memorias del emérito en Francia.
Tres periodistas declaran que tenían el email de confesión de la defensa del novio de Ayuso antes que el fiscal general del Estado. La Generalitat envía a millones de catalanes un ES-Alert ante la previsión de lluvias torrenciales que afectan también a Baleares. Y Donald Trump desea suerte al Zohran Mamdani aunque critica sus políticas 'comunistas' para Nueva York.
Tres periodistas que informaron sobre el presunto fraude fiscal de González Amador declararon que recibieron el mail de la confesión del novio de Ayuso antes que el fiscal general del Estado. Uno de ellos, aseguró que fue el 6 de marzo, pero que no pudo publicarlo porque su fuente no se lo autorizó. También declararon quien fue secretario general del PSOE de Madrid, Juan Lobato, y quien entonces trabajaba en la Moncloa, Pilar Sánchez Acera que dijeron no saber quien filtró el correo. Además, la jueza de la dana llama a declarar al dueño del Ventorro y a varias personas del entorno de Mazón.
Nos dijeron que la tecnología nos haría libres y aunque es cierto que ha facilitado muchos aspectos de nuestro día a día, nos es menos verdad que ha venido esclavizándonos, haciendo posible que seamos explotados en esferas antes inimaginables. Las grandes corporaciones del sector saben más de nosotros que quienes nos conocen y rodean, esos obsoletos organismos perecederos llamados seres humanos. Después de haber mecanizado a las personas desde que comenzara la revolución industrial, no era más que cuestión de tiempo que acabáramos en lo que vemos venir ahora: en la aniquilación misma de los trabajadores que ya no hacen falta. De momento esa aniquilación (frénate, mi querida imaginación distópica) es en lo laboral, pero dados los delirios de algunos pensadores tecnofáusticos todo se andará. Nos agarraron por la comodidad cuando dejamos de lado el pesado y lento comercio de proximidad para caer en la inmediatez de un Amazon que ahora va a despedir en masa a decenas de miles.