Antón Losada: "La falta de información genera especulación: España espera las sentencias del Supremo"

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España es hoy un país a la espera. A la espera de que el Tribunal Supremo tenga bien publicar la sentencia que le ha permitido condenar al Fiscal General del Estado sin unanimidad y en un tiempo récord por revelación de datos reservados. Conocemos la condena, pero no conocemos ni qué datos se revelaron, ni cómo se rebelaron, ni a quién se rebelaron. La falta de información genera especulación. No es la única espera en el Supremo, también aguardan Koldo y José Luis Ábalos, citados por el juez Puente, para ver si siguen en libertad u ocupan en la cárcel el lugar que acaba de dejar libre Santos Cerdán tras la aparatosa petición de penas de la Fiscalía Anticorrupción.

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El fiscal general del Estado presenta su dimisión antes de que el Supremo ejecute su inhabilitación

El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha enviado este lunes una carta al ministro de Justicia, Félix Bolaños, pidiendo su "cese a petición propia" antes de que el Tribunal Supremo notifique y haga pública la sentencia que lo condena a dos años de inhabilitación.

El Gobierno suma, previsiblemente, una derrota parlamentaria con la senda de déficit a la condena del fiscal

El Gobierno se queda encerrado entre la condena del fiscal general del Estado y la previsible derrota parlamentaria con la presentación de la senda de déficit. Pero el ejecutivo se aferra a la viabilidad de la legislatura y se prepara para activar el relevo del fiscal general una vez se confirme su renuncia o su inhabilitación. Ayer, cientos de personas se concentraron frente al Supremo para protestar por el fallo que condena al fiscal.

Ignacio Martínez de Pisón: "Como diría Mafalda, paren el mundo, que me bajo"

Hablamos demasiado de Trump, de Putin, de Netanyahu, libres ellos como el sol cuando amanece. Hablamos demasiado de Sánchez, caballero de fina estampa. Hablamos demasiado de Ayuso, la flor de la canela. Hace poco leí que se había descubierto en el Mediterráneo un neutrino cósmico, que, con una energía de nada menos que 220 petaelectronvoltios, está a la altura de eventos astrofísicos extremos. ¿Tendríamos que estar hablando del dichoso neutrino y los petaelectronvoltios? Como diría Mafalda, paren el mundo, que me bajo. Prefiero la prosa mugrienta de la política y las varietés a la elevada lírica de la ciencia, que escapa a mi entendimiento. Tres cosas hay en la vida: salud, neutrino y amor.