El fiscal renuncia, vuelven los Pujol, Feijóo es ahora de Recursos Humanos... Solo falta que aparezca Trump de repente. Oh, vaya. Así da gusto tener este trabajo. Pura felicidad.
Si sientes una molestia inexplicable cuando ves, tocas o incluso hablas sobre ojos y te sentías solo, aquí está Pere Aznar para representarte. Burque se busca unas taras cada vez más concretas, pero eso es lo divertido, ¿no?