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Un niño. Un pueblo. Un camino que te lleva a despertar de la infancia. En este Extra, David Botello (@DavidBotello4) y Esther Sánchez (@estesan1969), con Ainara Ariztoy y Juan Luis Cano, viajan hasta Molledo, el lugar que inspiró El camino de Miguel Delibes. Allí charlan con Carmen Múgica, profesora, lectora apasionada de Delibes y creadora de la ruta literaria que recorre los pasos de Daniel, el Mochuelo. Y charlan de literatura y paisaje. De memoria y raíces. De cómo los libros también se caminan. Una ruta que huele a hierba mojada, a río limpio y a pan de pueblo. Una historia contada desde dentro, por una mujer que la ha vivido con los ojos del alma. Si quieres acompañarlos, ¡súbete a la Historia!
Dicen que detrás de un gran hombre hay una gran mujer. Y, a veces, también una hija que lo recuerda con ternura, con un sentido del humor muy familiar y con ese brillo en los ojos que solo da el amor verdadero. David Botello (@DavidBotello4) y Esther Sánchez (@estesan1969), acompañados por Ainara Ariztoy y Juan Luis Cano, se sientan a charlar con Elisa Delibes, la hija de Miguel. Y lo que sale es una conversación de las que se quedan, un retrato íntimo desde lo cotidiano de un padre que fue gigante, una sonrisa cómplice. Una entrevista llena de humanidad, de anécdotas y de ese humor sobrio y vallisoletano que no necesita levantar la voz para calarte hondo. Si quieres acompañarlos, ¡súbete a la Historia!
¿Un paseo por Valladolid? Sí. ¿Una clase de literatura? Casi casi. ¿Un viaje al corazón de Miguel Delibes? Sobre todo. David Botello (@DavidBotello4) y Esther Sánchez (@estesan1969), con Ainara Ariztoy y Juan Luis Cano (oh, yeah), se calzan las zapatillas y nos llevan por la vida, los libros y las penas de Delibes. Desde su casa natal en la Acera de Recoletos hasta la calle del Dos de Mayo, pasando por las sombras de Cinco horas con Mario, el amor de Ángeles, el dolor de Señora de rojo sobre fondo gris y la ternura que se cuela entre la prosa contenida. Una ruta que emociona, que te saca una sonrisa y que huele a tinta, a carboncillo y a Valladolid. Si quieres acompañarlos, ¡súbete a la Historia!