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Siempre sale bien grabar un viernes. Sobre todo, este viernes después de las semifinales del In-Season. Por lo que sea. Bueno, por Los Ángeles Lakers. Por lo rematadamente increíble que es ver a este LeBron James. Habiendo ganado todo lo que se puede ganar y batido todo récord que se puede batir, no hay nadie que demuestre como él lo que significa la grandeza, la competitividad, el sentido de este deporte, de la NBA y ahora del In-Season.
Y todo esto tiene su contrapunto: quedan en muy mal lugar los Pelicans, el posible rol de estrella de Zion y la inestable confianza en Ingram. Indiana Pacers se tomó totalmente en serio el In-Season desde el primer día y lo está demostrando con creces: fuera Boston y fuera Milwaukee, que se queda con mucha gente señalada (Lillard más que nadie) y con los problemas al descubierto dentro y fuera de la pista.
La final va a ser la historia perfecta: el jugador grandioso y la franquicia histórica jugará contra el joven mágico liderando un equipo prometedor. Es indudable que el formato a partido único es un éxito en el deporte y bien la NBA por integrarlo. Y cada vez cuesta menos pensar que Tyrese Haliburton y LeBron James deben estar en la carrera por los máximos logros de la temporada. El cierre de esta primera edición de la Copa NBA vuelve a enfrentar a Indiana, sin títulos en la NBA, contra el equipo que le ganó la única final que han jugado. Los Pacers del siglo pasado se chocaron con Jordan y los de este siglo con LeBron. Y es difícil que se le escape esto, aunque Indiana tenga todas las opciones.
Salvo que suceda una gran sorpresa, echamos el cierre a este curso de la NBA. Y esto nos pone tiernos, como Sacramento Kings con la incorporación de DeMar DeRozan. A los Spurs llega Harrison Barnes, que puede sonar bien para mejorar lo que tiene San Antonio, pero no es suficiente para que el proyecto deje de tankear y le permita competir de verdad a Wembanyama. Tenemos un gran verano por delante con los Juegos Olímpicos y un tiempo de reflexión para volver en septiembre con una nueva e ilusionante temporada.
Seguimos haciendo balance de la temporada. Los últimos traspasos y los cambios estructurales ya hacen mella en la NBA. El declive de los Nuggets cada vez pinta peor. Es imposible reforzarse mejor que Oklahoma. Se busca personal válido en las oficinas de los Lakers.
Empieza animada la agencia libre. Tampoco hay mucho que ofrecer, pero disfrutamos con poco. Paul George intentará reforzar a los Sixers de Embiid y Maxey. Con su salida, por si alguien tenía dudas, se confirma el ridículo de Los Angeles Clippers. Un campeón como KCP será muy bienvenido en Orlando. Dallas Mavericks no renueva a Derrick Jones Jr, pero se queda con Naji Marshall, que deja unos Pelicans renovados con Dejounte Murray y atentos a lo que puedan sacar por Brandon Ingram. Todavía queda mucha jarana, y más teniendo en cuenta que los Lakers van con ganas a por Klay Thompson.