AS
Nos gusta rondar siempre en las trincheras, pero en esta primera ronda de Playoffs quizá se les esté yendo de las manos la dureza a los jugadores y la permisividad a los árbitros. Aunque ya sabemos que el criterio va rotando. El susto de Jimmy Butler, posiblemente lesionado tras un golpe fortísimo, condiciona las opciones de Golden State para pelearle el puesto en semifinales a Houston. Mientras, en Oklahoma, Boston y Cleveland seguirán manteniendo la calma absoluta ya que ni Memphis ni Orlando ni Miami son capaces de hacerles temblar por un momento. Los Lakers saben salir airosos del segundo partido en Los Ángeles, pero ahora les toca viajar a Minnesota para bajarle los humos a los Timberwolves o para complicarse la última bala de esta temporada.
Indiana Pacers se corona, pase lo que pase en adelante, con una victoria llena de gloria y reivindicación que pone el 3-3 en estas Finales de la NBA que recordaremos de por vida. Partido inmenso de Rick Carlisle y sus chicos, que fueron capaces de dominar como en ningún otro encuentro de esta eliminatoria, alcanzando la brillantez absoluta en toda la pista y anulando cualquier planteamiento de Oklahoma City Thunder.
Las Finales siguen su guion con un quinto partido soberbio de los Thunder en casa. Victoria para Oklahoma, que sigue firme hacia su primer anillo, y en esta ocasión deben agradecérselo a un bárbaro Jalen Williams: 40 puntos, reparto de galones perfecto con Shai y demostración absoluta de cómo debe comportarse una segunda estrella en una fecha tan señalada. La eliminatoria marcha a Indiana con unos Pacers muy tocados, sobre todo Tyrese Haliburton, señalado y magullado físicamente.
Qué manera de llevarnos al límite. Shai confirma su paso adelante y se reafirma como el jugador más diferencial de Las Finales con un cierre de Game 4 espectacular: remontada milagrosa con 15 puntos en 5 minutos y victoria para unos Thunder que rozaron el abismo. La eliminatoria viaja a Oklahoma con unos Pacers que han tenido en su mano ganar en Indiana los dos partidos para poner el 3-1. Pero no, llegamos a un 2-2 magistralmente igualado y con todas las opciones encima de la mesa para ambos equipos.