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Entre los cientos de miles de bandas del rock hay todo tipo de historias, pocas tan al límite, tan caóticas y tan surrealistas como las de los New York Dolls, una banda de desarraigados que Morrisey, cantante de los Smiths, adoraba y que en una entrevista de 2005 definió con mucho acierto. “Esta debe de ser la banda con peor suerte en la historia de la música. Cada vez que algo bueno les iba a suceder surgía alguna tragedia”, decía Morrisey.
La historia de los New York Dolls está marcada por la mala suerte y las malas decisiones, por la muerte en malos momentos y por grandes canciones que sin impactar en su época ni sonar en las radios sí que sembraron una importante semilla en otros músicos que no tardarían en emerger como la siguiente generación.
Pero los músicos de los Dolls eran tipos al límite que abrazaron la música como plan de vida. “Creo que la única otra opción que tenía era ser un chulo”. Decía en una entrevista Johnny Thunders. Eso da una idea de los planes vitales de estos chicos que entonces tenían 19, 20 años y que vestidos de una forma provocativa y con el ruido por bandera lucharon por hacerse un hueco en la música. Esta semana recorremos la historia de su debut de la mano de la periodista Sara Morales y con los reportajes de Lucía Taboada.
Esta semana dedicamos el Sofá Sonoro a recordar 'Básico', el concierto acústico del 2000 que captó a Antonio Vega en su mejor momento recorriendo las canciones de su carrera. Para este episodio nos acompañan Arancha Moreno, directora de Efe Eme, y Lucía Taboada.
Entre 1961 y 1971 Motown, el sello emblema de Detroit, consiguió colar 110 canciones en el top 10 de EEUU abriendo una nueva vía en la música y acercando los sonidos de los afroamericanos a la población blanca de EEUU, pero también saltando a Europa, donde su música fue una enorme influencia para las bandas de rock de los años sesenta y setenta. Por Motown pasaron Stevie Wonder, Michael Jackson, Marvin Gaye o The Four Tops, pero a pesar de esos nombres el sello de Motown es recordado por sus mujeres, por bandas como The Supremes, Mary Wells, Diana Ross o Martha and The Vandellas.La aventura del sello de Detroit representó una anomalía en la música. Un sello independiente que pisotéo a las multinacionales, un mercado pequeño fuera de las ciudades principales de EEUU y una empresa de dueños negros, músicos negros y productores negros que consiguieron saltar las listas de éxitos segregadas para convertirse en la banda sonora de los jóvenes de la época. En aquel país de barreras raciales nadie hizo más por derribar muros que los y las artistas y en eso tuvieron mucho que ver las chicas de la Motown, protagonistas todas ellas del programa de esta semana en el que nos acompaña Mario Tornero, director de Fruta Extraña, y Lucía Taboada.
El 10 de septiembre de 1970 una decena de guardias escoltaron a BB King al interior de la cárcel del condado de Cook, el tercer mayor presidio de los Estados Unidos. Dentro le esperaban 2.800 presos. 125 guardias estaban repartidos entre el patio y las torres de vigilancia. Aquella tarde el bluesman grabó, sobre un escenario que antaño se usó para las ejecuciones, unos de los mejores conciertos de su carrera.BB King tenía 45 años cuando entró en la prisión de Cook. Aquella sería la primera de muchas actuaciones carcelarias del bluesman, que inició un compromiso fuerte con los afroamericanos encarcelados en EEUU, muchos en la zona de Chicago que había experimentado en las décadas anteriores un tremendo incremento de la población negra que migraba desde el sur escapando del racismo de aquellos estados. La grabación de Live in Cook County Jail fue uno de los mejores discos de la carrera de BB King que se sumaba a esa tradición de conciertos carcelarios, pero no fue el único.BB King dio decenas de conciertos en cárceles, en 1971 hizo incluso una gira por presidios y a lo largo de su carrera dio más de 70 conciertos en cárceles por todo EEUU mostrando un fuerte compromiso con la reinserción, pero aquella tarde en Cook fue el primer paso de aquel viaje y nuestro disco de esta semana que compartimos con Ricardo de Querol, Lucía Taboada y Jimena Marcos.