La convocatoria electoral deja al PP sin su argumento preferido, el de un presidente okupa, agarrado con uñas y dientes a su butaca de Moncloa. Y claro que también hay estrategia en la decisión de Pedro Sánchez, claro que sí, la política también es esto, Pedro Sánchez cree que todavía puede tener una carta ganadora y la quiere jugar para poder seguir gobernando, exactamente lo mismo que quiere Feijóo, gobernar.
La hora tiene algo de último gran dictador. Nos está sometiendo toda la vida, somos un juguete en sus manos. Hay algo en ella que invita a la obsesión, a tenerla absolutamente presente, a que tu suerte dependa de cada instante.
Santidad, aquí nos tiene: los mansos de la Tierra. La gente que traga con todo, que ofrece la otra mejilla ante las bofetadas del poder y las empresas, que se humilla ante cualquier ofensa. En fin, más bienaventurado no se puede ser.