SER Podcast
Más allá de los deportistas olímpicos, solo hay una persona que debería ser la protagonista: Salvador Illa. Se abre un nuevo ciclo, ya que es la primera vez en más de una década donde Cataluña tendrá una mayoría no independentista. Pero el protagonista sigue siendo Carles Puigdemont. No sabe perder, quiere atraer los focos. Es narcisista, egocéntrico y poco democrático ignorar la voluntad de las urnas.
Nunca antes tantas generaciones de españoles habían compartido un período tan prolongado de convivencia en paz y libertad. Basta con tener un poco de perspectiva histórica para dar gracias al destino por ser lo que somos: unos privilegiados. Solo faltaría que vinieran a aguarnos la fiesta unos nazis de pacotilla que no valen ni para secundarios de una película de Tarantino.
¿Cuánto más tiempo seguiremos pensando en pequeño, dejando pasar oportunidades que otros más decididos aprovecharán?
No podría ser protagonista de nada porque está hecha para ser la fuerza oscura que sostiene la historia. Sin su amor torcido y su lealtad rabiosa, la trama sería apenas la de una disputa de tierras.