SER Podcast
Carles Puigdemont no es un mártir, nunca lo ha sido y tampoco lo será ahora.
Si matar a un ser humano es absurdo, hacerlo en nombre de un Dios cuya existencia ni siquiera está demostrada me parece una de las peores atrocidades que se pueden cometer. Qué visión tan distinta deben de tener los terroristas de una religión que se supone que es la misma que practicaba mi abuela. No entenderé nunca a los terroristas, lo sean en nombre de Alá o de cualquier idea. Si necesita que todo el mundo sea como él y practique la misma religión es porque en el fondo no puede tolerar la diferencia.
Hablar de las cloacas del Estado suena ya muy viejuno. Ahora lo que se lleva es hablar del Estado profundo. Santos Cerdán fue de las pocas cosas que dejó meridianamente claro. Él se siente inocente y va a defenderse. Y sí, toda su desgracia política y judicial es obra del Estado profundo. El Estado profundo va camino de convertirse en la frase de moda capaz de justificar la mayor barrabasada o de explicar en forma de meme cualquier irrelevancia.
Soledad Gallego-Díaz reflexiona sobre el estado actual de la Italia de Meloni.