¿Qué tan importante es la hora?

Mientras redacto estas líneas, me doy cuenta de que me está saliendo un artículo de Juan José Millás. También eso debe de ser consecuencia del apagón. Hasta hace dos semanas, los articulistas éramos quienes éramos; después, nos hemos convertido en otros. A mí me ha tocado Millás, pero podía haberme tocado Manuel Vicent o Maruja Torres. ¿A quién le habrá tocado ser yo, desdichado?

El momento en que se es consciente de las amenazas internas y externas que atenazan a la Unión Europea, organizaciones sociales, sindicales, personas del mundo de la cultura, del conocimiento, de la comunicación han querido hacer llegar su preocupación a las instituciones europeas. 

Santidad, aquí nos tiene: los mansos de la Tierra. La gente que traga con todo, que ofrece la otra mejilla ante las bofetadas del poder y las empresas, que se humilla ante cualquier ofensa. En fin, más bienaventurado no se puede ser.