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Xavier Vidal-Folch reflexiona sobre el procesamiento del novio de Ayuso por fraude fiscal y falsedad documental
Es un cliché clamoroso decir que, en política, los rivales son los que tienes enfrente, mientras que los enemigos son los que tienes a los lados. Con esto nos referimos a las rencillas, las maledicencias y las celotipias que, en el seno de los partidos, crea el narcisismo de las pequeñas diferencias. Pero quizá los peores enemigos están en tu partido porque, sencillamente, son los que te pueden hacer más daño. Mazón estuvo y no está, pero su nombre aún ha de envenenar por largo tiempo los sueños de Feijóo.
Aunque el PSOE insista en que nada ha cambiado, ya es difícil no admitir que la declaración de Junts de votar no a cualquier propuesta del Gobierno, sea cual sea su contenido, marca un punto de inflexión en la legislatura. No se trata ya de una discrepancia política, si es que alguna vez lo fue, ni una estrategia de negociación. Es una decisión puramente declarativa, destinada a reafirmar su perfil más radical dentro de la competencia electoral catalana. Junts busca cerrar la grieta por la que se le escapa unos votos hacia Aliança, aunque el coste sea incumplir con su deber básico con el parlamentarismo español y boicotear así el poder legislativo.