El País
Ante la rápida desaparición de las lenguas originarias, Gabriela Warkentin conversa con Yásnaya Elena Aguilar y reflexionan sobre por qué importa el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, qué son los derechos lingüísticos y por qué son ignorados en México.
“En México no hay una lengua oficial, lo que hay son lenguas nacionales y lo son todas las lenguas indígenas y el español”, cuenta la ensayista, que se ha convertido en una activista por los derechos lingüísticos: “Los derechos lingüísticos le importan al SAT, a la secretaría de Caminos y Transportes, le importa al sistema de salud, a todo, es transversal y lamentablemente el principal violentador de derechos lingüísticos es el propio Estado mexicano”. Es un interesante diálogo que invita a conocernos y reconocernos en la historia de México, pero sobre todo invita a defender el lenguaje y las instituciones que lo preservan.
En este nuevo episodio de ‘Al habla…’ Gabriela Warkentin conversa con el subjefe de redacción del diario El Faro y presidente de la Asociación de Periodistas de El Salvador. “No tenemos que darle el gusto a Bukele de volvernos irrelevantes”, explica Sergio Arauz. Desde el exilio, aborda la última crisis provocada por la deriva autoritaria del presidente, Nayib Bukele, contra defensores de los derechos humanos y periodistas. Al menos 40 comunicadores han tenido que salir del país centroamericano en el mes de mayo, según el organismo que dirige Arauz.
En este nuevo episodio de ‘Al habla…’, Gabriela Warkentin inicia, de manera periódica, una serie de conversaciones con inmigrantes y con personas en Estados Unidos, a propósito del asedio que viven los latinos en aquel país con la política migratoria de Donald Trump.
Los enfrentamientos entre Irán e Israel no son recientes, de acuerdo con Moisés Garduño García, doctor en Estudios Árabes e Islámicos Contemporáneos, desde 1979 “Israel e Irán entraron en un proyecto de guerra de sombras atacándose de manera clandestina, con operaciones encubiertas, siempre entrando en una línea roja de no atacarse directamente, en términos de guerra convencional.