Podium
Qué libertad nos da pensar que nadie lee este texto, nos permite decir cosas que, a día de hoy, serían problemáticas en otro sitio. Cosas como paralelepípedo o trócola, cosas, fíjate tú, bastante esdrújulas. Como la palabra inédito, que es esdrújula y es lo que era este programa antes de hacerlo público (otra esdrújula). Dale al play rápido, porque… ¡AQUÍ HAY DRAGONES!
Llevamos advirtiéndolo meses, tal vez años. Bueno, meses. Y ni caso. Nosotros reiterando que iba a pasar, pero nada, siempre se nos acusaba de intereses personales, de tratar de condicionar a la gente, de arrimar el ascua a nuestra sardina. ¿Y ahora qué? Ahora, cuando por fin se demuestra que teníamos razón, ¿qué? ¿Quién va a dárnosla? Es más: ¿cómo podría dárnosla nadie, si la teníamos ya nosotros? Lo dijimos, dijimos que hoy habría programa, y aquí está, así que dale al play y, ya que no nos diste credibilidad, danos al menos audibilidad, porque... ¡Aquí hay dragones!
Estamos en pleno entretiempo. Lo dicen las madres, lo ponen en los escaparates de las tiendas, en los autobuses, lo avisan los locutores matutinos: «Póngase algo de más, señor, señora, chaval, que este entretiempo es muy traidor». Pura rabia, lo normal. ¿Cómo no va a estar enrabietado un momento del año al que no se le da ni su tiempo, su propio tiempo completo, para él solito, sin medias tintas, sin paños calientes? A nosotros también nos sentaría fatal que este programa fuera tildado de «entreprograma», o que se llamara «Entrepoderosos», o fuera «entretenido» sin más (bueno, eso sí, entretenido que sea), una cosa que no fuera programa pero que se pudiera escuchar cuando acabaran los programas y hasta que llegaran los programas, los de verdad, decimos, los programas completos. Vaya, por tanto, desde aquí nuestro amor al entretiempo o, como lo llamamos nosotros, tiempo empoderado, tiempazo o ultratiempo. Dale al play y ponte una chaquetita, porque... ¡Aquí hay dragones!
Hay gente que escucha este programa comiendo pipas. No está en nosotros, dado nuestro respeto a la intimidad del oyente, tratar de saber si son de girasol o de calabaza. Obviamente, nos gustaría saberlo, querríamos que cada uno de vosotros nos hiciera llegar un informe exacto que nos permitiera obtener datos exactos sobre el reparto exacto de quiénes sois. Por ejemplo: 30 % de calabacers, 70 % de girasolers. O al revés. Esa información nos valdría para enfocar la comercialización de nuestros programas de forma más concreta y exacta. ¿Tanto os costaría? Exacto. Mientras esperamos el torrente de postales, abrid vuestras bolsas (del tipo que sea) de un tirón y dadle al play porque... ¡Aquí hay dragones!